mala!!!!!

Hace un tiempo, cuando estaba yo recien separada, con el consiguiente rechazo a todo el género masculino; desarrollamos y formulamos, una amiga (en similar situación) y yo, una teoría: "todos los hombres son mindundis hasta que no demuestren lo contrario", de aquí salieron otras acepciones de cosechas propiamente femeninas tales como "gilimingui", "meapoquito", "cabronazo" (ese podía darse por satisfecho).... y joyas del boca-bulario similares.

La cosa de encontrar pareja estable satisfactoria se torna harto complicada desde el momento en que partes de esta base, tan real como tajante.....

El problema es que , como en todo, una cosa es la teoría y otra muy distinta la práctica...y el tema llega a agobiar. Las exigencias son cada vez mayores y las manías también. Cuando hablas con mindundis (upsss....perdón: hombres) en situación similar, te das cuenta de que el caso es el mismo; las variables pueden ser distintas, pero ellos sienten de la misma forma. Se acentúan las diferencias de género y uno está muy resabiao y muy quemao de todas las experiencias pasadas. Los/as hay que se quedan anclados/as en el primer o segundo amor y ya no levantan cabeza, comienzan a vivir en un luto sexual perpetuo y, casualmente, son los que nunca disfrutan del "sexo sin amor". Están, como contrapunto, los/as que se entregan a todo tipo de placeres carnales con el deseo de encontrar en ellos la migaja de afecto que al cabo de las horas se vuelve vacío y soledad.

Muy pocos tienen la suerte de encontrar el verdadero amor. Cantaba un amigo mío: "el que tenga un amor, que lo cuide"; y ahí está lo difícil. Cada vez es más difícil demostrar a alguien que le quieres, cada vez hay que repartirse más. Cada vez es más difícil creer que alguien te quiere porque cada vez tiene que repartirse más. Es difícil adivinar lo que el otro necesita y es complicado hacer entender tus necesidades.

A mí me gusta indagar en estos temas, soy una romántica y no me veo reflejada en ninguno de los casos antes mencionados. Me gusta disfrutar del descubrimiento de la otra persona, incluso me vuelvo excesivamente analítica, en ocasiones creo que sólo me falta la pipa y las gafas colocadas en mitad del tabique nasal.

A veces me siento en mi roca y miro venir las olas, a veces me salpican, a veces me da tiempo de apartarme para no mojarme y otras veces, irremisiblemente, la marea me lleva hasta el fondo (hasta el coño del mar que diría corcobado). Ahí es donde una se plantea si la bruja de los mares podría cederle una cola de sirena a cambio de su voz o sí, por el contrario, comienza la ardua tarea de nadar de nuevo hasta la orilla.

Me voy del tema, la cosa era una reflexión hecha con mi grupo de amigas, divertida, de pasar el rato. Pero el amor es algo que a todo el mundo agrada y está claro que hay que ser flexible.

En nuestra liga de "apadrina un mindundi" tenemos una banda sonora (ahí va), basada en ese grado de "masoquismo" que todos/as tenemos.

Nada más: quien no tenga amor que lo encuentre y yo me dedicaré a cuidar el mío.