jueves, 2 de octubre de 2008

Este fin de semana estuve en la montaña. Llevaba todo el verano sin salir (bueno unas minivacaciones sí que tuve) y tenía ganas de campo y oxígeno y,¿ por qué no decirlo?, de ver a cierta persona con la que tenía bastante interés.
Lo malo de tener taitantos es que es dificil encontrar a alguien que no tenga pareja o que no la tenga y esté normal, entiendo por normal: no depresivo, no obsesivo, no obsesionado, no resentido, limpio, no abandonado, no amargado...... en fin: normal!!
Así que este ser normal en cuestión al que tenía ganas de ver; encantador él, guapo, con buen trabajo, extremadamente sociable, jurguista, culto y deportista - lease: hombre perfecto-, como no podía ser de otra forma, tenía mujer e hijos, y como hombre cuasi perfecto que es tiene una relación envidiable y, cuando digo envidiable, lo digo en el más amplio sentido de la palabra, porque yo llegué a casa muerta de envidia y no precisamente de la sana. En fin: Lo pasé muy bien, me reí mucho con mis amigas, llegué a casa muerta (esta vez de cansancio) y oxigenada ( de pulmón ¿eh?, no de pelo) y al día siguiente me fuí al curro como si nada.... mu bien tó.
Ahora voy a contar el cuento a mi hijo que se va a dormir y mañana madrugamos. Buenas noches.